Logotipo New Deal horizontal
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Ni un 5% de empresarios puede decir cuáles son sus funciones

Ni un 5% de empresarios puede decir cuáles son sus funciones

¿Cuáles son las tuyas? ¿Haces lo que “debes” o haces lo que “puedes”?

Imagina por un momento que alguien te pregunta, así, a bocajarro, sobre cuáles son tus funciones. No me refiero a las cosas que haces en tu día a día, a tu trabajo rutinario, sino concreta y específicamente, a cuáles son tus áreas de responsabilidad y tus funciones.

Concretamente, ¿de qué eres responsable? Y, a partir de esa respuesta, qué tareas específicas realizas para cumplir con la responsabilidad de tu cargo para poder afirmar que realmente haces “lo que tienes que hacer” y que ejerces ese cargo con plena responsabilidad. Y, sobre todo, responde a cuánto tiempo dedicas a esas tareas.

Creo que te pondrían en un serio aprieto, ¿no crees?

Yo así lo creo, lo he comprobado y medido a lo largo de años. Sé que más del 95% de los empresarios (voy a dejar un 5% de margen para no ser cruel), no podrían hacer una simple lista de sus funciones concretas, las que “deberían” atender y ocuparse, y de sus áreas de responsabilidad.

Dicho de otra manera, más del 95% de los empresarios se pagan un sueldo de trabajador,

cobran por trabajar en su propia empresa, no por hacer de gerente, ni de directivo o de empresario. Su día a día consiste en reaccionar a imprevistos, a problemas, a urgencias de sus clientes y a tareas secundarias que están muy alejadas de las que, en realidad, son, o deberían ser, sus funciones reales, las propias de su cargo.

Cuando pienso en estos temas, siempre viene a mi mente aquella entrevista “tan peculiar” que mantuve con el presidente de una compañía. Ya han pasado años, eran mis inicios en este oficio y yo, “aún era tierno e inocente”. Digo eso porque, por aquel entonces, hacía preguntas para informarme, “para saber yo” Ahora, mis preguntas son mucho más directas, más incisivas, y van dirigidas a “que sepa mi interlocutor”, a que tome consciencia de su realidad. Cuando hago una pregunta, es porque ya he podido percibir claramente la respuesta, así que la hago como un ejercicio para su propia autorreflexión, una ayuda, en definitiva.

Volvamos al tema, a aquel presidente… Me hablaba de su empresa, de su equipo… Y, llegado a cierto punto, le pregunté:

– Bien, hablemos sobre usted, ¿cuáles son sus funciones en la empresa?

Tras una pequeña reflexión contestó:

– Me ocupo de apoyar a mi equipo, de reunirme con ellos…

– Ah, contesté, ¿y qué hace para apoyar a su equipo, ¿cómo lo apoya?

Reflexionó de nuevo y contestó:

– ¡Pues apoyándolo! -un poco molesto esta vez-

– Ya -contesté yo- pero, específicamente, ¿qué hace para apoyar a su equipo?

Luego siguieron otras preguntas sobre las reuniones que mantenía con su gente. Sobre cuáles eran los objetivos de las reuniones, “para qué” se hacían, si se establecían planes concretos, si se realizaba un seguimiento y, sobre todo, si se podían medir los resultados de toda esa labor.

A esas alturas, el Señor Presidente estaba visiblemente molesto. No solo acababa de tomar consciencia de que no tenía unas funciones específicas en la empresa, “no tenía un trabajo real” sino que también tomó consciencia de que más bien se dedicaba a reunirse, a hablar, en definitiva, “a deambular”; pero sin una intención definida y concreta, ni tampoco acciones posteriores.

Existe una gran diferencia entre “predicar desde el púlpito” a realizar funciones concretas con planes de acción y seguimiento que logren resultados medibles. La entrevista no acabó muy bien que digamos, pero eso ya es otra historia…

El problema era que creía que lo que hacía era lo correcto, que ese era su trabajo. Pero, lamentablemente no era así, la gente necesita algo más que palmaditas en la espalda, y las empresas también.

Más del 95% de empresarios no han llegado a plantearse jamás qué es lo que se supone que deberían estar haciendo de acuerdo con su cargo y responsabilidad.

En mis ya más de 10 años trabajando codo a codo con directivos y empresarios, he podido darme cuenta de que existen, en este aspecto, 3 tipos de empresarios y que tienen:

1. Inconsciencia absoluta: Son aquellos que nunca se han parado a pensar “sobre estas cuestiones”, hacen de todo, lo hacen todo, y se ocupan de todo “personalmente”. Llevan un ritmo tan acelerado que tras las 12 o 13 horas de estrés diario, solo tienen tiempo de cenar y dormir. Y, mañana, a madrugar y a repetir lo mismo. Están totalmente convencidos que hacen lo correcto y de que las cosas son así. Dependen de las circunstancias, no tienen ningún control de su empresa ni de su vida.

2. Consciencia adormecida: Saben lo que tienen que hacer, pero no lo hacen. No llegan, no pueden, no hay tiempo. Los problemas, las urgencias, los imprevistos, “se te comen” Son conscientes de que no hacen lo que deberían hacer, pero también creen que no pueden hacer nada al respecto. Tienen un argumentario de “razones” (los clientes, mi gente, este negocio…) tan bien construido y tantas veces repetido, que han acabado por creérselo ellos mismos. Acaban por aceptar, se han rendido y se dejan llevar…

3. Mala conciencia: Es el caso idéntico del punto anterior pero todavía luchan. No acaban de aceptar no tener el control, no ser dueños de su tiempo, de su empresa y de su vida. Se resisten porque son conscientes de que están pagado precios muy altos (en familia, en tiempo, en disfrutar la vida…) Y eso les produce esa “mala conciencia”, un malestar vital. Son buscadores. Y el que busca…

¿Te identificas en alguno de los 3 grupos? Si es así, ¿te gustaría disponer de una sencilla herramienta que te pueda ayudar un poco a poner orden aquí y ahora mismo?

Te presento mi lista para revelar incongruencias, las primeras cuatro las relleno yo (cortesía de la casa)

Y claro, el resultado de intentar llegar a todo, suele ser la causa de apretar poco, sobre todo en aquellas funciones de responsabilidad, porque acostumbran a ser las más ingratas y difíciles, por tanto, las que se quedan “para mañana”

¿Y la consecuencia de ese resultado? Pues ya sabes, horarios largos, recortes en personal, baja productividad (por hacer de todo, excepto lo que hay que hacer), estrés, malhumor, problemas en casa, en la empresa… Y lo de siempre: “necesito organizarme”, “tendría que delegar, pero…”

Pero ¿se puede organizar el caos?

La respuesta es que no, no se puede organizar lo que ignoras. Si ni siquiera sabes cuáles son tus funciones, ¿cómo vas a fijar las prioridades? A menos claro que te hayas “currado” mucho y bien la lista anterior, que tomes consciencia de cómo actúas y de cómo deberías actuar, y realices un largo y sostenido esfuerzo para cambiar todo eso, para cambiarte a ti mismo.

Lo mismo sucede con “delegar”, ¿delegar qué?

Si te fijas, todo el mundo quiere delegar, aunque ni tan solo sepan concretamente que tareas o funciones específicas delegarían. ¿Cómo se puede delegar cosas de las que no se es consciente que se realizan? Vuelvo a remitirte a la lista anterior puede ser una gran ayuda si realmente te quieres poner a ello.

¿Necesitas más ayuda?, ¿necesitas organizarte? OK, vamos a por eso.

Si eres un empresario de verdad, es mi creencia que tu máxima responsabilidad será la de hacer crecer la empresa. Una de las funciones concretas de cómo se ejerce esa responsabilidad sería, por ejemplo, realizar actividad comercial. Pero no “una o ninguna vez al año”, o “cuando se pueda”, sino una actividad fija, definida, y medible, como, por ejemplo, realizar 3 visitas semanales para lograr nuevos clientes.

Y, si eres empresario, directivo, o responsable de área, sin duda tienes una responsabilidad específica que conlleva unas funciones y tareas también específicas y propias de tu cargo.

Y mi pregunta es: ¿Las tienes escritas? ¿Las tienes planificadas, es decir, un tiempo específico asignado en un día específico?

La mala noticia es que, si eres empresario “te tocan todas” Y una noticia aún más mala es que “si te pillan trabajando” no puedes cumplir con ninguna ellas, no tienes tiempo, no puedes ejercer tus funciones ni tu responsabilidad “porque estás trabajando”.

Y la peor noticia de todas las peores noticias: si no eres responsable, eres un irresponsable (con perdón)

¿Necesitas más ayuda? ¿Qué te parece si nos planteamos así, a groso modo, cuáles son o deberían ser tus principales funciones? ¡Vamos allá!

¡Oh, milagro! ¡Ya estoy organizado!

Estar organizado no significa “tener tiempo” o, necesariamente, trabajar menos horas (aunque suela ocurrir así), significa tener unas tareas concretas que hacer (las propias) en días específicos y en horas específicos.

Esto, aparentemente tan sencillo, es a lo que yo me dedico. La principal de mis funciones es ayudar a mis clientes a identificar las suyas. Y a ejercerlas, claro. Y tiene un nombre: Mejora tus resultados, tu organización personal y asume el rol de empresario.

Suelo organizar dos o tres grupos de empresarios al año para ayudarles a lograr precisamente “eso”, lo que dice el título ¿te parece poco mejorar los resultados, mejorar la organización y pasar a ser un empresario?

Ah, y también lo que dice el subtítulo: “Dinero para tu empresa y tiempo para ti”

Si crees que no puedes, que no sabes, que no tienes tiempo, o que eso no es para ti, plantéate cómo y dónde estarás dentro de 2 o de 5 años. Y si no te gusta lo que ves, haz algo muy sencillo:

Llámame ahora.

Hablar conmigo es gratis, puedes usar mi experiencia y ahorrante muchos disgustos. Mira lo que han logrado mis clientes trabajando conmigo.

¿Me ayudas? Hay un 95% de gente que creo que le puede interesar conocer esto y reflexionar sobre su empresa y sobre su vida. En la cabecera de este post están los botones para compartir en las redes sociales. Gracias por compartir.

¿Hacemos un nuevo trato?

Al enviar el formulario aceptas la política de privacidad de NewDeal.

¿NECESITAS ORGANIZAR TU EMPRESA?

Descarga GRATIS esta guía

Aprenderás a:

     Mejorar tu organización.

     Aumentar tus resultados.

     Recuperar tu vida.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Fermín Lorente

Fermín Lorente

Experto en mejorar RESULTADOS EMPRESARIALES. Formador en organización empresarial y en liderazgo. Fundador de New Deal.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GRATIS

los 4 primeros vídeos del taller​.

Una reflexión sobre cómo va tu negocio y tu vida para iniciar pequeños cambios que te lleven a mejorar ambas cosas.

¡Resultados para tu empresa, tiempo y calma para ti!​

Al enviar el formulario aceptas la política de privacidad de NewDeal.

 "MEJORAR TU ORGANIZACIÓN Y LOS RESULTADOS DE TU EMPRESA"?

¿TE VAS SIN APUNTARTE A

GRATIS

los 4 primeros vídeos del taller​.

Una reflexión sobre cómo va tu negocio y tu vida para iniciar pequeños cambios que te lleven a mejorar ambas cosas.

¡Resultados para tu empresa, tiempo y calma para ti!​

Al enviar el formulario aceptas la política de privacidad de NewDeal.

APÚNTATE GRATIS AL TALLER ON-LINE PARA APRENDER A:

Organizarte.

Priorizar.

Mejorar los resultados del negocio.

¡Consigue la fórmula!

¿BUSCAS MEJORAR TU ORGANIZACIÓN Y LOS RESULTADOS DE TU EMPRESA?