Logotipo New Deal horizontal
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
New Deal 74 - La estrategia más grande de mi vida - Parte 1

La estrategia más grande de mi vida – Parte 1

Primera parte: El pensamiento estratégico y la definición de la estrategia.

¡Que mis ejércitos sean las rocas, y los árboles, y los pájaros del cielo!

Carlomagno

¿Bonito no? A quién no le gustaría tener esos ejércitos a su servicio, conquistando países e imperios, uno tras otro, mientras uno se dedica a otras cosas, como, por ejemplo, vivir, compartir, ayudar, reír y disfrutar; que es para lo que realmente hemos venido a este mundo, nuestro auténtico propósito de vida.

Y, ¿sabes qué? ¡Pues que puede hacerse! Muchos otros ya lo han hecho antes, y yo lo estoy haciendo ahora. Y tú también puedes hacerlo, si realmente quieres y estás dispuesto a pagar el precio y a perseverar.

Si no tienes nada mejor que hacer ahora mismo, sigue leyendo, porque te voy a explicar cómo se hace todo esto de poner rocas, árboles y pájaros a conquistar imperios.

Durante toda mi vida he estado vendiendo, luchando y empujando. Vender y trabajar duro para que las cosas vayan bien, para conseguir clientes y conseguir dinero. Recursos necesarios para que la familia, el negocio y yo mismo, estemos bien atendidos y podamos pagar todas las facturas y adquirir aquellas cosas que hacen que la vida sea más fácil, aunque sea a través de complicarnos la vida; qué cosas… ¿Te suena? Seguro que sabes muy bien de qué estoy hablando, también tú podrías contar historias.

Un buen día, hará poco más de un par de años, me detuve. Y me di cuenta de algo que hacía tiempo era evidente, pero que, pese a la edad que uno ya tiene, no lo era para mí. Nadie es buen juez de sí mismo. Y es que, de tanto en tanto, es necesario detenerse, parar para ver y para saber, parar para analizar y mirar con perspectiva. Porque es de todos conocido que,

Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.

El Principito
Las cosas no iban bien, y yo tampoco.

Mi brújula interior no paraba de advertirme, y la vida tampoco paraba de decírmelo, de avisarme. Pero hace ya tiempo que algunos, hemos dejado de ver y de escuchar, escuchamos tan solo a nuestro diálogo interior. Y ya no vemos las cosas como son, sino que las vemos como somos nosotros.

Y tuvo que ocurrir algo para que me diese cuenta. La vida, te va dando “toques” y, si no haces caso, “comienza a darte bofetadas”. La vida se encarga de repetir y repetirte la lección, una y otra vez, hasta que por fin la aprendes, o hasta que las cosas pasan a mayores y a veces, ya no hay vuelta atrás. Pero eso es otra historia, es mía, y estoy seguro que tú tienes la tuya propia. Pienso que las personas nos parecemos mucho más de lo que creemos unos a otros y cada uno tiene su propia lucha.

Y una vez puesto, y dispuesto para el cambio, decidí que fuera grande, decidí invertir los términos, girar 180o, decidí hacer “Un Nuevo Trato” Sí, esta web donde ahora estás, New Deal, es uno de los frutos, y su nombre, como ves, no es nada casual.

Decidí dejar de vender, para que me viniesen a comprar, dejar de estirar, para comenzar a atraer.

Tú también quieres eso, ¿no?

CÓMO TRANSFORMARSE EN LÍDER Y EN GESTOR DE EMPRESA

Al enviar el formulario aceptas la política de privacidad de NewDeal.

LAS 7 ÁREAS CRÍTICAS

UN VIAJE POR

Gratis

PARA QUE LAS EMPRESAS Y LAS PERSONAS VAYAN BIEN

Claro que, una cosa es desearlo, y otra muy diferente empezar a hacer cosas hasta lograrlo. Así que comencé a hacer tangibles mis sueños y deseos en objetivos anuales, éstos en metas más cortas, y éstas en planes de acción con acciones específicas y cortas, con fecha de realización.

Pero eso no basta, no es suficiente, luego hay que atreverse a llevar todas esas acciones a un planificador, a su día y hora previstos, y lo realmente difícil, hacer que las cosas ocurran. Suerte que éste es mi oficio, que algo entiende uno de todo eso, y que además tengo la herramienta.

Pues eso, un día, decidí empezar.

Pero no te equivoques como hice yo durante largo tiempo, empezar no significa tomar notas, acumular papeles en una carpeta, asistir a cursos, preparase, y todo lo demás. ¡No, no, y no! Todo eso entra en el campo de la intención, que está bien lejos del campo de la acción. No digo que prepararse no sea necesario, pero, a menudo, se trata de otro autoengaño más, la preparación sin fecha es una trampa mortal. No esperes a estar preparado, nunca estás lo suficiente. Y nunca lo estarás.

La zona de confort es escabrosa y perderse en sus pantanos es muy fácil. Es fácil creerse que estás haciendo cosas, que avanzas, que te preparas… y es fácil creerse todas las cosas que tú quieras creerte. Hasta que un día, te das cuenta de lo evidente, que no progresas ni te mueves, que nada cambia, que sigues dando tumbos por el puerto, pero sin salir al mar. Y hay que salir al mar, es necesario, no hay otra opción. Hay que quemar las naves, o el puerto, o lo que haga falta quemar. Pero hay que anular la vía de escape, que no sea posible dar marcha atrás.

Y así, salí de puerto. Un buen día, decidí poner la fecha de partida y comencé prepararme para mi gran viaje. Decidí atreverme a desarrollar mi sueño, el proyecto en el que tanto tiempo había estado pensado y donde se manifestaban mis mayores deseos y anhelos.

Y decidí que, ya puestos, fuera coherente con mi propósito de vida, dar coherencia a lo que pienso, a lo que digo y a lo que hago. A hacer lo que uno es, o a ser lo que uno hace, como prefieras. Ya sabes, dejar de trabajar, para pasar a divertirme, hacer realidad eso de que me da igual si es viernes o si es lunes, porque disfruto los 7 días. Dejar de esperar a las vacaciones porque ya estoy en ellas, disfrutando todo lo que hago, y atreverme, no a amar lo que hago, sino a hacer lo que amo, el último escalón.

Por eso voy diciendo por ahí que no quiero jubilarme.

Imagínate, tendría que buscarme algo que hacer que me realizara más que esto, ¡ni pensarlo!

Durante el primer año me dediqué a desarrollar, crear e implantar toda una serie de objetivos, metas y planes que había diseñado. A ir colocando todos los ladrillos y pilares que darían forma a mi visión. Esa fue mi misión. Desarrollar los productos y crear, tanto lo intangible como lo tangible, desde los logotipos, las tarjetas y carpetas, hasta un buen número de productos concretos, con sus folletos, su material, y todo lo necesario.

Y no estuvo mal, nada mal, pero, acabado el primer año, decidí revisarlo todo, comparar lo que había creado con lo que había imaginado. Y decidí tirarlo todo a la basura y volverlo a hacer de nuevo. Sí, todo, todos los folletos… hasta la propia web es completamente nueva. Un gran aprendizaje. Dediqué el segundo año a revisar, a pulir, y a añadir valor y calidad a todo.  Y la verdad es que eso cuesta mucho, mucho tiempo, mucho esfuerzo y mucho dinero. Y además es duro, ¡aunque hay que ver lo que se aprende! Es un aprendizaje de mar abierta, imposible de adquirirlo en el puerto. Son experiencias reales y no elucubraciones mentales.

Pero, pese a todo, no dejé de vender. Aunque sí bajé la intensidad y pagué el precio. Por eso te digo aquí que no cometas uno de los errores más frecuentes de los principiantes (y de los que no lo son), que se concentran en la tarea, y no en vender y en generar dinero. Porque eso se paga caro, muy, muy caro.

Hay que estar a Dios rogando, pero con el mazo dando.

Acabado el segundo año (no sé por qué han sido dos años, y tampoco por qué han sido naturales), me gustó lo que vi, y pensé que ya era hora de comenzar a sembrar bien ese grano. Y a crear las condiciones necesarias para recoger unas buenas cosechas, unas cosechas grandes, extraordinarias. ¿Por qué no?

Creo en eso de que cada cosa tiene su tiempo, y que hay un tiempo para cada cosa, un tiempo para sembrar y un tiempo para recoger… La Biblia, además de ser un libro sagrado, es un libro de sabiduría.

Y ahí estaba yo un día, lleno de autocomplacencia, observando y revisando mi camino. Mi camino pasado y mi camino futuro, que todo puede verse con los ojos de la mente. Y de repente, ese día, estando, tranquilo y solo, desconectado del mundo y observando… ocurrió, recibí un telegrama del universo y entonces todo encajó. Se hizo la luz, y todo fue mucho más nítido. Pude escudriñar una ventana de futuro. En otras palabras, por alguna razón y por alguna “causalidad”, apareció en mi mente esa frase: «¡Que mis ejércitos sean las rocas, y los árboles, y los pájaros del cielo!».  Y lo vi todo muy claro.

Si has visto la película “Indiana Jones y la última Cruzada”, recordarás que, en una de las escenas, el Dr. Jones, el padre de “Indi”, estando ambos en una situación comprometida en la que se hallan al descubierto en una playa e indefensos, mientras un avión les ametralla desde el aire, papá Jones, agita su paraguas frente a un grupo de gaviotas que, asustadas, emprenden el vuelo y colisionan y hacen estrellarse al avión. Es entonces cuando el Dr. Jones le recuerda a su hijo esta famosa frase. Cuando toma una frase, una idea, y la convierte en una acción que les salva la vida y lo cambia todo.

Aquí tienes la escena en cuestión:

Nos vemos la semana que viene con la segunda parte. ¿Tienes algo que quieras compartir hoy?

¿QUIERES SABER CÓMO LIDERAR Y GESTIONAR BIEN TU EMPRESA?

UN VIAJE POR

PARA QUE LAS EMPRESAS Y LAS PERSONAS VAYAN BIEN

LAS 7 ÁREAS CRÍTICAS

Al enviar el formulario aceptas la política de privacidad de NewDeal.

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Fermín Lorente

Fermín Lorente

Experto en mejorar RESULTADOS EMPRESARIALES. Formador en organización empresarial y en liderazgo. Fundador de New Deal.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

GRATIS

los 4 primeros vídeos del taller​.

Una reflexión sobre cómo va tu negocio y tu vida para iniciar pequeños cambios que te lleven a mejorar ambas cosas.

¡Resultados para tu empresa, tiempo y calma para ti!​

Al enviar el formulario aceptas la política de privacidad de NewDeal.

 "MEJORAR TU ORGANIZACIÓN Y LOS RESULTADOS DE TU EMPRESA"?

¿TE VAS SIN APUNTARTE A

GRATIS

los 4 primeros vídeos del taller​.

Una reflexión sobre cómo va tu negocio y tu vida para iniciar pequeños cambios que te lleven a mejorar ambas cosas.

¡Resultados para tu empresa, tiempo y calma para ti!​

Al enviar el formulario aceptas la política de privacidad de NewDeal.

APÚNTATE GRATIS AL TALLER ON-LINE PARA APRENDER A:

Organizarte.

Priorizar.

Mejorar los resultados del negocio.

¡Consigue la fórmula!

¿BUSCAS MEJORAR TU ORGANIZACIÓN Y LOS RESULTADOS DE TU EMPRESA?