Así es, tan solo tenemos una vida, no disponemos de ensayos previos ni de segundas oportunidades. Nuestra vida es tan solo una porción de tiempo limitado y, cuando éste finalice, se acabó. Así es como funciona, aunque no pensemos demasiado en eso. Lo único que realmente tenemos es tiempo, y es muy poco del que disponemos, por eso es mejor aprovecharlo, vivirlo, no desperdiciarlo.

Y no es menos cierto que en nuestra vida podemos elegir consciente y libremente aquellas cosas que deseamos y hacemos, pero también podemos no elegir nada. Podemos tener nuestros propios planes, o podemos dejar eso en otras manos. Que nuestro jefe, los clientes, el destino, o las circunstancias nos conduzcan a donde ellos decidan conducirnos. Dejarnos llevar…

¿Tú sabes bien lo que quieres y nadas en esa dirección, o te arrastra la corriente? Y, si es así, ¿hacia dónde te arrastra?

Porque es sabido que todo el mundo tiene sueños y deseos, pero la verdad es que son muy pocos los que los han definido de forma específica y los han desarrollado en planes con acciones concretas, con día y hora, para lograrlos.

Estadísticas al respecto demuestran que la mayoría de personas, pese a tener sueños y expectativas a lograr en su vida, acostumbran a ser cosas muy vagas y poco definidas en su mente. Suelen ser cosas como: “ser feliz, tener dinero, o tener salud”. Pero esa misma estadística afirma que, ante la pregunta de si tienen planes concretos para lograr sus deseos, más del 98% contesta que no. ¡Demoledor!

Así que, para que veas en qué grupo estás tú, te lanzo algunas preguntas con la intención de que te hagan reflexionar para después, si lo de seas, tomar algún tipo de acción en esa dirección:

• ¿Cuál es tu mayor deseo en la vida?
• ¿Cuál es tu sueño más grande?
• ¿Qué deseas hacer, tener o ser, antes de morir?
• ¿Cuál es en este momento tu máxima prioridad?
• ¿Dónde quieres vivir cuando te jubiles?, ¿cómo quieres estar de salud?
• ¿Cuánto dinero crees que es necesario tener para vivir una vida libre de ciertas preocupaciones?

Bueno, creo que es suficiente, éstas son solo algunas de las preguntas que una persona se debería plantear, aunque, como ya he citado, ni tan solo un 2% de la población mundial se las ha hecho jamás y, evidentemente, tampoco ha podido responderlas.

Pero tú puedes hacerlo ahora mismo, en este preciso instante.

Y después, si lo deseas, puedes desarrollar los planes de acción,

tomar responsabilidad sobre tu propia vida, ponerte al timón.

Si necesitas ayuda, nos tienes a nosotros, ese es nuestro propósito y nuestra misión.

Ahora, si me permites, quisiera plantearte un segundo grupo de preguntas:

• ¿Sabes realmente lo que quieres que ocurra en tu vida?
• ¿Tienes planes concretos con acciones y fechas para lograrlo? ¿Cuentas con un planificador semanal?
• ¿Crees que es importante para ti pararte a reflexionar y encontrar esas respuestas?
• ¿Deseas ser el protagonista y el responsable de tu propia vida?
• ¿Crees que vale la pena poner dirección a tu vida, desarrollar planes concretos y medidas de acción que te conduzcan hacia lo que deseas?

Bueno, podría seguir, pero creo que ya has captado bastante bien la idea. Como puedes ver se trata de elegir entre dos opciones. Y no elegir, también es una elección, concretamente la 2:

1. Vivir una vida llena de elecciones conscientes de acuerdo a los propios valores.

2. Vivir una vida inconsciente, reaccionando a las circunstancias que la vida va trayendo.

Cualquiera sabe que no hay logro ni realización personal sin cimas que conquistar; ni tampoco disciplina, desarrollo, ni mejora, sin retos que superar. Y ante la ausencia de retos no hay pasión, solo queda rutina y repetición; cada día, cada mes, cada año…

Ante la ausencia de retos, de deseos y de dirección, poco queda que hacer, tan solo procurar llenar el tiempo, el estómago, no pasar frío e intentar no sufrir. Y, a ser posible, divertirse y pasarlo bien, aunque sea de viernes a lunes. Qué pena, ¿no?

El problema es que, que ocurran todas esas cosas, no depende de uno mismo, sino de las circunstancias.

Conozco personas que creen que es mejor no tener metas ni ilusiones para evitar tener que enfrentarse a la frustración de no haberlas logrado. Yo no estoy de acuerdo con ellos, pienso que no hay mayor frustración que conformarse con una vida mediocre, habiendo fracasado sin ni tan solo haberlo intentado, haberse dejado ganar por el miedo a fracasar, el peor y más estúpido de todos los miedos.

También conozco personas (la mayoría de los seres humanos), probablemente estés tú entre ellos, que no saben que estas cosas existen, nadie les ha hablado nunca de tener metas y objetivos, valores que atender para equilibrar y llenar su vida, o de desarrollo y crecimiento profesional y personal. No forma parte de nuestro día a día, de nuestra cultura, ni tampoco lo enseñan en el colegio, ni lo fomentan en la televisión. ¿Me pregunto por qué será?

Yo creo que deberíamos cambiar eso inmediatamente.

Lo creo porque esa es la razón por la que hemos creado esta empresa:

Para que las personas hagan planes, para que desarrollen sus sueños, y se organicen para hacer que las cosas ocurran.

Así lo afirmamos en la portada de nuestra web.

Por eso trabajamos en nuestras aulas o en tu empresa, donde tú prefieras

Esa es la razón por la que hemos desarrollado la herramienta que te ayuda a lograrlo, el Planificador GTM System (sistema de gestión del tiempo para conseguir tus metas).

Por eso hemos creado Talleres para ayudarte a canalizar tus sueños y deseos, a convertirlos en objetivos, éstos en metas y a desarrollar los planes de acción. A planificarlo y lograrlo.

Porque sabemos que la vida es tiempo, y el tiempo es el más valioso de todos los regalos, queremos regalarte tiempo.

No es tan difícil como crees, si quieres te lo explicamos. Clica aquí para contactar con nosotros.