Así de contundente y con estas mismas palabras, se expresaba una señora de entre sesenta y setenta años en una conversación que mantenía con su amiga en un vagón del metro. Le explicaba que contrató a un coach para lograr alguna cosa que deseaba, «pero que era muy malo y no lo había conseguido». Se quejaba de que su coach no había funcionado, que no había logrado lo que ella quería y deseaba. Y yo, francamente, no pude ni quise dejar de prestar atención.
Tal vez el coach era malo, tal vez falló en el primer momento en que se deben establecer los objetivos a lograr, la forma de operar y relacionarse, lo que se espera y las normas de funcionamiento, es decir, cuál es el papel de cada uno. Y también qué es lo que hace un coach y qué es lo que no hace. Sin un acuerdo previo, todo son expectativas, y las expectativas con frecuencia suelen acabar en frustración.
Tal vez era un coach poco o nada preparado, o tal vez no era coach (debes saber que para autoproclamarse coach no es necesaria una licencia o un carnet). En este país, y en otros, cualquiera puede ser coach, fotógrafo, escritor, o gurú, solo hay que colgarse la etiqueta y ya está. Otra cosa es que se haya preparado y formado en una escuela profesional. Y otra a tener muy en cuenta es que esté certificado por algunos de los organismos certificadores de profesionalidad y experiencia. Un profesional barato, no suele ser un buen profesional, eso lo sabe todo el mundo.
Pero también debemos y podemos considerar que tal vez el problema no fuese el coach, sino la cliente, que esperase que el coach hiciese lo que ella no podía o no quería hacer… Quién sabe.
Andaba yo en estas disquisiciones cuando empecé a considerar la abundancia de oferta contra la escasez de demanda. Que solemos ser un país de modas pasajeras y que por cantidad, solemos saturar el mercado y entrar fácilmente en el desprestigio a causa de bajar los precios como único argumento de venta ante la ausencia de oros mejores. También andaba reflexionando en la poca cultura y conocimiento de lo que es esta profesión. O dicho de otra manera, qué es y para qué sirve un coach.
Y me he decidido a explicárselo a la gente, por si alguien lo quiere leer y le puede ser de utilidad: Empecemos por el principio.
¿De dónde viene la palabra coach?
Un coach es un entrenador personal, el término proviene del mundo deportivo, concretamente del mercado norteamericano. Pero inmediatamente surge una nueva pregunta ¿Por qué los norteamericanos definieron con ese término a los entrenadores personales deportivos? Pues al parecer, buscaron el origen en una palabra que procede del francés. Coach significa literalmente “cochero”.
Eligieron ese término por la analogía que existe entre ambas profesiones. Significa que un cochero sabe conducir el coche, conoce las rutas, y es un profesional entrenado en el arte de llevar a personas a su destino, igual que un coach. Pero es el cliente quien elige el destino al que va, la ruta por la que desea pasar, la velocidad, la duración y otros detalles. En definitiva, un coach es un compañero de viaje.
Al igual que un entrenador personal deportivo no hará que se desarrolle «porque sí» tu musculatura, o tu velocidad al correr (eres tú quien debe enfrentarse a la disciplina y a la incomodidad de los entrenamientos), un coach no puede poner valor en tu corazón, inteligencia en tu cerebro, ni dinero en tu cartera, pero puede acompañarte a que logres todo eso y más.
La misión de un coach es la de acompañarte en tu viaje de crecimiento y desarrollo, la de alumbrar el camino, la de hacerte de espejo y ser testigo de tu progreso. Debe mostrarte nuevas perspectivas a explorar, ofrecerte nuevos retos a superar, observar desde fuera lo que tal vez no sea tan evidente para ti. Pero jamás debe «darte peces», sino enseñarte a pescar. Eres tú quien debes enfrentarte a tus miedos para superarlos y crecer, para ser más. De eso trata el desarrollo personal, de lograr lo que, a priori, es imposible para ti.
Por tanto, es un compañero de viaje. Puede ser buen profesional o no, pero nunca puede fracasar o triunfar, ese es tu papel, aunque sin duda, todo buen entrenador puede facilitar o condicionar el éxito o el fracaso.
Un coach te retará a superar obstáculos, hará que abras nuevas vías que posiblemente no considerabas, tomará tu mano y te acompañará a enfrentarte a esos miedos que evitas y que precisamente por eso te aprisionan y limitan. Apelará a lo mejor de ti, a tu yo interior, haciéndote ver cuándo eres tú de verdad y cuándo es tu ego quien está al control y reacciona al mundo.
Un coach te llevará a la excelencia, a descubrir y enfocarte en tus valores, a lo que de verdad es importante para ti en tu vida. A tener consciencia de ti mismo, de tu coherencia y de tu autenticidad. A descubrir el poderoso ser que hay en ti, aunque esté algo oxidado, olvidado y bajo algunas capas de polvo.
Si te enfrentas a nuevos retos, si crees que estás atascado en asuntos profesionales o personales, o si sencillamente deseas crecer, explorar e ir más allá, contrata un coach. Si yo fuese a adentrarme en el desierto o en la selva, sin duda contrataría un guía experto, alguien que conozca dónde hay agua y zonas ausentes de peligro.
Aquí van algunos consejos si deseas contratar un coach:
- Pide que te enseñe su certificado como coach. Recuerda que no te va a cortar el pelo, va a tocar «material sensible».
- Pregúntale en qué escuela se ha formado como profesional.
- Pregunta por sus años de experiencia.
- Expón tu caso y pregúntale si realmente te puede acompañar y sostener en tu viaje.
- Y un último consejo. Si tu intuición te dice que no es la persona adecuada, hazle caso.
¿Has tenido experiencias buenas o malas con un coach y el mundo del coaching? Deja aquí tus comentarios y experiencias.
2 comentarios en “Mi coach es un inútil, no funciona”
Interesante artículo sobre cómo cada persona debe mejorar en la meta que se proponga, ya que el coach es simplemente un guía o entrenador en tu proceso de vida, y no culparlo del todo sobre como no se pudo lograr la meta. Pero bueno cada cliente es mundo y cada cliente debe saber sus límites ya que el coach es sólo un guía y no quien deba encargarse de los problemas durante el proceso de coach. Saludos.
Gracias por comentar, siempre me gusta ver puntos de vista.
Como coach que soy, tengo claro que es de vital importancia dejar claros todos los aspectos en la reunión de inicio o de apertura del proceso.
Quién hace qué, los límites, las responsabilidades y los acuerdos o permisos.
Evitar que se generen expectativas falsas.
Un saludo.