Testimonio:  Programa – Aprende cómo vender bien tus productos y decide qué tipo de clientes quieres tener.
Programa – Mejora tus resultados, tu organización personal y asume el rol de empresario.

Mi vida estaba como un papel en blanco, muchas ideas para poner en práctica, pero ningún plan para llevarlas a cabo y menos con éxito, por si fuera poco, tampoco tenía la actitud personal que se necesita para ser una persona de éxito.

Así fue como en este estado conocía a Fermín. En el seminario de presentación del programa me di cuenta que encajaba con lo que yo necesitaba, y gracias a su ayuda y colaboración me decidí por comenzar el programa inmediatamente.

Considerando que mi actividad es sobre productos de venta directa, me recomendó comenzar con el programa de ventas. Durante la participación en todas las sesiones y realización de los ejercicios me fui transformando en la persona que debía ser para poder alcanzar mis metas. Además, de nada sirve saber mucho si no lo pones en práctica. “No es lo que sabes, sino, qué haces con lo que sabes”.

Mediante trabajar en mí, en identificar mis condicionamientos mentales y bloqueos me fui transformando en la persona que soy ahora, y sigo mejorando, porque el éxito empieza desde el interior. “Si cambias tu mundo interior, cambia tu mundo exterior”, y no al revés.

Trabajando a diario en transformar mis hábitos y disciplinas, fui haciendo lo que verdaderamente quería, porque si tienes metas gratificantes por alcanzar, trazas un plan para que sea alcanzable y te pones en acción, “lo mejor” que te puede pasar es que lo consigas, y es que, aunque algunos digan que “lo conseguí por casualidad” o “has tenido suerte”, piensa, ¿si he trazado un plan y me he puesto en acción, por qué no debería ocurrir? Eso no priva que por el camino sucedan obstáculos y retos por superar, lo que hace que la meta merezca la pena. Si deseas algo grande, los retos también deben ser grandes. Si quieres algo pequeño, pues confórmate con problemas y retos pequeños.

Mediante la utilización del programa de ventas, en la primera lección ya dice que “el entusiasmo vende” pero llevada a la vida, esta frase es contundente, ¿por qué no hacer todo lo que hagamos con entusiasmo? Poner entusiasmo en todo lo que hacemos transforma nuestro ser y nuestra vida y empiezan a suceder las cosas. Y más, sin esperar a que sucedan, provocar que sucedan.

El programa, valga la redundancia, me entusiasmó, porque por fin tenía una guía de cómo hacer las cosas para tener el éxito que quería, ya sabes, el éxito es conseguir lo que quieras, no tiene por qué estar relacionado sólo con dinero.

Así puse en práctica todos los pasos de todas las lecciones, es cierto que no todas me daban el resultado esperado, pero hay una palabra que aprendí por el camino, que es perseverar. Si perseveras y no te das por rendido, todo sucede. Debes analizar qué sucede para no tener los resultados esperados. Analizar, modificar y seguir adelante, lo que se dice en el argot “afilar el hacha” y seguir avanzando.

Como decía antes, el programa por sí solo no funciona, soy yo el que lo hace funcionar. Cuando algo no funciona debemos interiorizarlo y hacernos responsables, no podemos echar la culpa los demás de lo que ocurre, lo mismo sucede con nuestro éxito, no podemos dejarlo en manos de los demás, debemos tomar acción por nosotros mismos.

Al final, si lo analizas, en el mundo de los negocios todo son números, y si no tenemos los resultados esperados, pues eso… Más números.
No todo el mundo que pasa por la puerta de El Corte Inglés, entra.
No todo el mundo que mira un escaparate de El Corte Inglés, entra.
No todo el mundo que entra en El Corte Inglés, compra.
No todo el mundo que habla o pregunta a la dependienta de El Corte Inglés, compra.

Y no por ello, El Corte Inglés ha cerrado sus puertas y se ha ido a pique, por el contrario, mantiene y supera su cuota de mercado, factura millones de euros al año. ¿Y esto por qué? Pues porque por el contrario hay una inmensa cantidad de personas que son clientes a nivel mundial y estas personas interesadas en sus productos hacen que la compañía siga estando donde está, porque la compañía da el mejor servicio y respuesta a todo el mundo a pesar de quiénes no son clientes suyos.

Por eso, llevando a la acción, yo decido cuantos clientes nuevos quiero por mes, número de distribuidores, qué cantidad quiero ganar… ¿Por qué? Porque aplico los números, si de cada 10 personas que hable tengo un cliente, ¿con cuántos tengo que hablar y presentar mis productos para tener más clientes? Y, además, en el camino de conseguirlos, mis habilidades mejoran con lo que tengo que hablar con menos personas para hacer el mismo número de clientes o más. ¡Así de divertido!

Agradezco a Fermín el habernos conocido y haber engendrado en mi la semilla de mi propio éxito, despertar a un mundo de oportunidades donde las haya y sin depender del estado de la sociedad y financiera. Por saber realizar una meta de un objetivo en la vida, llevarlo a la acción y perseverar hasta conseguirlo.

Ahora, el papel en blanco que tenía al principio, está lleno de metas e ilusiones, es el papel de mi vida y, por supuesto, no lo voy a dejar en manos de nadie, yo soy el responsable de mi vida y de lo que quiero y con quien quiero estar en ella.

Con enormes agradecimientos,

Juan Antonio Giménez