Que te vas un fin de semana a la naturaleza.
A un hotel acogedor con un grupo de empresarios.
Todos dispuestos a encerrarse en silencio en una sala.
Focalizados en visualizar el futuro que desean para su negocio y para ellos.
Planificar, descansar y volver a hacer planes.
Y comer, y cenar, y celebrar, compartiendo historias y experiencias.
Y descansar y reponerse.
Y volver de nuevo, silencio absoluto, no hay interrupciones.
Productividad y foco grupal, conectados a la visión.
Una experiencia mística, hay que vivirla, no se puede explicar.
Y la foto del grupo y la comida de despedida.
De vuelta a casa cargados de planes y de metas.
¿Te imaginas?