La mayoría de personas nacen, estudian, trabajan, pagan una hipoteca, tienen hijos y mueren sin pararse nunca a pensar y preguntarse por el sentido de su vida, sobre si existe un motivo, un «para qué», sin detenerse y sentarse a reflexionar sobre las cuestiones importantes.
No solemos pensar en eso, no estamos acostumbrados ni le damos importancia o pensamos que si hablamos sobre ello nos juzgarán mal. Tal vez nos sintamos incapaces de cumplir con nuestro propósito, pensamos no estar a la altura o no merecerlo, “eso es para otros, no para mi”. En general, sentimos pereza (y a veces vergüenza) de dedicar tiempo a pensar en estas cosas porque creemos que no depende de nosotros, que es poco lo que podemos influir, y que el esfuerzo de intentar algo es muy grande y el final incierto, que tal vez no valga la pena exponerse, y que nos espere la frustración.
Yo creo que las personas pueden y deben descubrir el propósito de su vida. Son tantos los beneficios a lograr que vale la pena intentarlo, persistir hasta lograrlo. Persistir es una gran palabra, un sinónimo de no rendirse, o perseverar, cualidades que suelen acompañar a quienes llegan muy lejos, y al éxito personal. Son consejos de grandes hombres que empezaron siendo como nosotros.
¿Qué te parecería si tu vida estuviese aderezada por todos estos ingredientes?: SENTIDO, DIRECCIÓN, COHERENCIA, AUTENTICIDAD, PLENITUD, FOCALIZACIÓN, CALMA, TRANQUILIDAD Y PAZ. Sentirte bien con quién eres, con lo que haces y con lo que tienes. Tener alineada la brújula interior.
¿Qué te parecería si todos los días fueran domingo?, disfrutar igual de un lunes, un jueves o del fin de semana. Es decir, no trabajar, sino divertirte, ¡que te pagaran por divertirte!. Las personas que son coherentes con el propósito de su vida hacen lo que aman, nunca esperan que llegue el viernes o las vacaciones, no tienen nada de que huir, y no piensan en jubilarse porque están bien como están. ¿No crees que vale la pena?
Pero en nuestra sociedad actual no es común hablar de «esas cosas». La espiritualidad (que no religión) no se lleva, a no ser claro que exista detrás un motivo comercial. Buscamos llenar los vacíos internos comprando objetos, consumiendo cosas que nos impiden pensar y ver la realidad que nos rodea, o acumulando trastos en los armarios que no alcanzan a satisfacernos; porque los vacíos del alma no se pueden llenar con cosas, con comida, ni con objetos materiales.
Siempre que trato este tema con alguien noto cierta confusión y también curiosidad, se intenta buscar una relación entre el propósito de vida y un trabajo o función, y no se trata de eso, sino de lo que está “detrás de eso”, de lo que te impulsa.
¿Te ayudo?
En primer lugar debo decirte que el propósito de vida no es un trabajo, no es un hobby, ni tampoco es una profesión o una dedicación, eso suelen ser las cosas que hacemos para cumplir con nuestro propósito, pero no son EL PROPÓSITO EN SÍ. Es decir, debemos separar el propósito (para qué) con lo que hacemos o la misión (el qué).
El propósito de vida no es una cosa concreta, tangible ni definida y sin embargo todos llevamos uno dentro y está perfectamente alineado con todo lo que hacemos y con lo que somos.
Te daré una pista:
- ¿alguna vez has pasado toda una tarde haciendo alguna cosa y de repente te has dado cuenta de que el tiempo se ha esfumado mientras estabas absorto en tu tarea?
- Pues bien, has de saber que esa tarea está alineada con tu propósito. No lo digo yo, lo dice tu brújula interior.
Te daré otra pista:
- ¿alguna vez has pasado toda una tarde haciendo alguna cosa que no te gusta nada hacer y has notado que el tiempo se ha hecho largo y pesado, que había esfuerzo en ello?
- Pues bien, has de saber que esa tarea no está alineada con tu propósito. De nuevo no lo digo yo, lo dice tu brújula interior.
¿Lo ves? cuando eres coherente con tu propósito, no importa si has de levantarte a las cuatro de la mañana, trabajar en domingo, e incluso invertir dinero en ello. Ninguna tarea, por tediosa o dura que sea lo parece, la realizas con alegría sencillamente porque estás alineado y cumpliendo con tu propósito. Tal vez tú no lo sabes pero tu inconsciente sí.
Ahora ya sabes que el propósito de vida no es una cosa, no es un objetivo, y que diversas tareas inconexas entre sí, cuando las realizas, hacen que te sientas bien y estés tranquilo, «que estés en casa».
¿Cómo encontrar el propósito de vida?
Si de verdad quieres encontrarlo no lo busques en Internet, no está allí; tan solo puedes buscarlo en tu interior, es ahí donde está, ahí y en ningún otro sitio. Y es único, como tú.
Al no ser algo tangible, una cosa, no es nada fácil de hallar. Se trata más bien de una misión, o mejor aún de un camino, de la senda que has venido a transitar para poderlo cumplir porque es dinámico, se mueve contigo y a veces se desvía. No es que te pierdas, es que ni la vida ni la naturaleza dibujan con líneas rectas.
Debo decirte que es algo vivo y que puede mutar y crecer, o puede no hacerlo. Cuando lo encuentras y lo reconoces, es tan solo una semilla. Con el paso del tiempo lo desarrollas, aprendes a reconocerlo y alinearte con él, te aporta sentido y coherencia refuerza enormemente tus valores y deja de importarte lo que la gente piense o diga.
Al principio, cuando lo encuentras, puede parecerte ridículo, incluso estúpido. Por eso es algo privado, hasta que sientas que ha madurado y, tal vez, un día decides revelarlo; cuando seas mayor y poderoso y ya no te importe lo que la gente piense o diga de ti. ¡Qué gran conquista!
A algunas personas les lleva toda la vida descubrirlo. Observan qué cosas son importantes para ellos, cuándo disfrutan y con qué. Y tratan de unirlas entre sí buscando el nexo común, a qué obedecen.
Un buen coach puede ayudarte a buscarlo, pero procura que sea bueno, que esté certificado por alguna entidad de prestigio. No te dé vergüenza preguntarle dónde ha estudiado y dónde está certificado. No es una tontería, mira lo que estás buscando.
Y tú, ¿has encontrado tu propósito en la vida? Si es así deja un comentario y compártelo con nosotros.
Muchas gracias y un saludo.
3 comentarios en “El propósito de tu vida”
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