Asociamos los problemas a disgustos, a sufrimiento, a dificultades y peleas, a épocas que queremos pasar rápido y olvidar. Pero quiero mostrarte otra perspectiva, una nueva manera de ver los problemas.
¿Te gustaría vivir el resto de tu vida confinado en una habitación de 2 x 2 m. con una cama y tus comidas diarias sin tener que preocuparte de nada? Seguramente responderás que no. A priori, parece magnífica una vida sin problemas ni preocupaciones, llena de seguridad, pero falta un ingrediente vital, la libertad. Y la libertad es la capacidad de elegir, y esa capacidad conlleva la de errar, la de equivocarse, y eso tiene consecuencias, que también llamamos problemas. Es el precio que pagamos por la libertad.
Desde un punto de vista espiritual, los maestros cuentan que la vida es un espejo. Observa tu vida, observa cómo estás ¿te gusta lo que ves? Pues al parecer, lo que ves en el exterior es ni más ni menos el reflejo de tu interior, así es la vida, a unos les va bien y a otros les va mal, depende de quién es realmente cada uno y de cómo actúa en la vida.
Quienes saben, recomiendan no evitar nunca los problemas sino enfrentarse a ellos. ¿La razón? Mientras los evitas o haces ver que no existen, están ahí, no desaparecen, en ocasiones crecen y se hacen más grandes y condicionan permanentemente tu vida y tu estado de forma importante, cuando no dramática.
Enfrentándote a ellos sin duda ocurrirán dos cosas, o los superas y creces, o fracasas y aprendes. La acción lleva al aprendizaje y el aprendizaje a la acción, a una acción más sabia y con mayores oportunidades de éxito. ¿Lo ves? La próxima vez lo harás mejor porque tendrás experiencia. Hasta los niños saben eso, de lo contrario nunca aprenderían a andar.
Y resulta que cuantos más problemas superas, menos problemas tienes, y te haces más sabio y más grande. Creces y te desarrollas.
Otra cosa que cambia y mucho al definir algo como problema, es la perspectiva del tiempo.
Imagina que tu casa se quema hasta los cimientos, sin duda sería un gran problema, un desastre que entrañaría muchos inconvenientes y dificultades para ti, quién duda de eso. Sin embargo, una vez pasado el gran disgusto y asumida la realidad, se abre lo que algunos llaman «el campo de las infinitas posibilidades». Fíjate, a partir de ahí puedes plantearte reconstruir tu casa o mudarte. Y puestos a mudarte, puede ser a 50 metros, o a 50.000 Km. ¿Por qué no?
Y eso puede conllevar un cambio de trabajo y un cambio de vida. Nuevas oportunidades se abren a causa de un problema. ¿Entiendes la afirmación que dice: «Detrás de cada problema, siempre hay una oportunidad»? Lo que ocurre es que nos enfocamos en el problema y eso nos impide ver la oportunidad. Imagina que decides ir a vivir a Australia, que te va bien y que allí disfrutas de una vida plena y magnífica ¿seguirías llamando problema al incendio de tu casa o lo verías como una bendición, un golpe de fortuna?
Todas las adversidades que he tenido en mi vida, todos los problemas y obstáculos, me han fortalecido. Uno no se da cuenta cuando sucede, pero una patada en los dientes puede ser la mejor cosa que le puede suceder a uno en un momento dado.
Walt Disney
Si os sirve mi experiencia, para no hacer alusión a superhéroes, sino a gente corriente, os diré que soy afortunado, que he conseguido llegar a disfrutar todos los días, tanto si son lunes como viernes o domingos. Confieso no tener del todo claro si estoy trabajando o de vacaciones. Trabajo en lo que amo.
Después de una vida dedicada al turismo, un día mi carrera se acabó. Fue un duro golpe para mí. Sin embargo, ahora que han pasado algunos años me doy cuenta de la suerte que tuve. Me inicié en nuevos campos profesionales que me han llevado, hace menos de un año, a montar mi propia compañía, New Deal. Jamás me he divertido tanto ni ha tenido tanto sentido para mí lo que hago en mi día a día.
Puedo decirte que he encontrado mi propósito y «causalidades» de la vida, hoy mismo he leído una frase (a veces Facebook es útil) que dice:
La jubilación es para la gente que se ha pasado toda una vida odiando lo que hacía. Mi sueño más salvaje es tener noventa años y poder continuar así, haciendo una película al año, durante muchos años más.
Woody Allen
Por si crees que ya es tarde o que ya eres demasiado mayor, si te apoyas en esa excusa para no arriesgar, lamento informarte que es falsa. Nunca es tarde, es cierto aquello de que nunca serás más joven de lo que eres hoy. Yo he montado mi empresa, mi sueño, con 58 años. Pero no acaba aquí, GTM es mi nuevo reto para el 2016, y en sus genes nace para dar servicio internacional ¿lo puedes creer? Yo sí, por supuesto que sí.
Y tú ¿qué dices?, ¿cuáles son tus problemas? Si miras en la otra cara de la moneda ¿qué nuevas oportunidades se abren? ¿Conoces a algún loco que disfrute superando retos y problemas?
