En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.
Nicolás Maquiavelo (1469-1527)
Todos juzgamos, o mejor dicho pre-juzgamos a las personas, a veces en tan solo un segundo, a primera vista. Con frecuencia las etiquetamos para siempre, y nos olvidamos de revisar la etiqueta. Y seguimos creyendo que son lo que dice esa etiqueta.
Imagina por un momento que a las personas que te rodean y conoces les quitas las etiquetas que les has puesto, las que determinan y limitan tus creencias acerca de lo que son y de lo que pueden hacer y llegar a ser. Imagina que formas de ellos y de ellas, imágenes mucho más grandes, mucho más poderosas que las que ahora tienes en tu mente.
¿Qué pasará si…
- cambias tus creencias sobre lo que son y lo que pueden o no hacer? ¿cambiará tu comportamiento hacia ellas?
- cambiando tu trato ves que ellos/as cambian su comportamiento hacia ti? ¿cambiarán sus acciones y con ellas, también sus resultados?
- como consecuencia de lo anterior, las vieras más capaces, más poderosas y fiables?
Un líder de verdad se focaliza en las fortalezas de su gente, las desafía y las potencia, en lugar de poner el foco en sus debilidades. Un buen líder trata a su gente no como lo que son, sino como lo que pueden llegar a ser, en lo que se pueden convertir. Les pone etiquetas grandes, con letras mayúsculas. Las inspira a crecer, a asumir y superar nuevos retos, les dice a dónde ir, cómo se va, y les deja la libertad de acción para que lo consigan. Y las apoya e inspira durante el camino.
Transmite confianza en lugar de duda, acción en lugar de dilación, les dice qué espera de ellos y les da poder, los «empodera» (del inglés empowerment), dándoles libertad de acción y responsabilidad.
Reflexiona sobre lo siguiente:
- ¿Cuáles son tus creencias acerca de tu gente?
- ¿eres el líder «empoderado» o el jefe «desconfiado»?
No respondas a conceptos, por favor, es demasiado fácil. Mejor fíjate en tu comportamiento habitual:
- ¿les das libertad de acción, o férreo control?
- ¿les animas, o les desanimas?
- ¿les dejas solos, o les controlas?
Si trabajas demasiadas horas teniendo equipo, no hay duda, te cuesta delegar. Y si te cuesta delegar, tampoco hay duda, no crees que tu equipo sea bueno y capaz. Y si es esa tu creencia… ¿qué precio podríais estar pagando tú y tu gente por tus creencias?
Mira estos síntomas por si te pudieses identificar:
- Trabajas jornadas largas y estresantes.
- Todo lo tienes que hacer tú porque ni saben, ni pueden, ni quieren.
- Agobio frecuente, llamadas, presiones, e-mails, interrupciones…
- Enfado generalizado acerca de tu empresa, de tu gente, de la competencia, y del mundo.
- Pones parches sobre los mismos parches. Y estás cansado.
- Poco o nulo compromiso de tu gente, indiferencia, dejadez…
- Les criticas con frecuencia, comentarios vejatorios o sarcásticos.
- Quejas, errores y olvidos frecuentes de tu equipo. No hay compromiso.
- Crees, honestamente, que dedicar tiempo a formarlos es perder el tiempo.
- Rotación elevada. Cuando están formados se van a la competencia.
Si te pasa esto, mírate al espejo, abre la mente, no puede ser que sean todos malos, tiene que ser otra cosa. Y lo más probable es que se trate de ti, de cómo los ves.
Sí, ya se, tienes pruebas de ello, y más de una, pero ¿y si fuesen el resultado de tu comportamiento anterior?, ¿y si solo se tratase de su proceso de aprendizaje?, ¿cómo respondiste a sus errores?, ¿les diste margen y comprensión?, ¿cómo les trataste?
Reflexiona:
- Si de verdad quieres tener un buen equipo, primero deberás ser un buen líder.
- Para poder ser un buen líder, antes deberás cambiar tu comportamiento.
- Para cambiar tu comportamiento, deberás cambiar lo que piensas de ellos, arrancar las viejas etiquetas.
- Para poder cambiar las etiquetas, deberás cambiar las imágenes que tienes de ellos.
- Pero para poder «reimaginarlos», deberás aprender a «mirar con ojos nuevos», deberás aprender a «cambiar la mirada».
- O todo seguirá igual… para siempre.
Y tú, ¿Cómo andas de liderazgo? ¿qué puedes compartirlo con nosotros? Deja aquí tus comentarios.
2 comentarios en “Aprende a mirar con ojos nuevos, a cambiar la mirada”
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